Como dije en la anterior entrada sobre los personajes pregenerados, se trata (se trató, más bien) de una partida de iniciación para jugadores que no conocían absolutamente nada sobre el juego y preparada para jugarse en una sola noche.
En mi caso, la partida tuvo resultados muy satisfactorios y los jugadores salieron encantados con la ambientación igual que yo salí encantado con el sistema. La partida se resolvió en unas cinco horas de juego, aunque uno de mis jugadores, pícaro él, le dio fin algo más pronto de lo que debería haber sido con una acción audaz (Lo que se conoce como una locura junto a unas tiradas infernalmente buenas).
Situación Inicial:
Sippar, la ciudad doble del Buranum. Antaño una ciudad
próspera y activa, perdió no mucho tiempo atrás su mitad oeste a causa de una
extraña enfermedad. Miles de Awilu y Mushkenu murieron aquellos días, y la
ciudad no se ha recuperado en estos años. La entrada a la orilla oeste del
Buranum está estrictamente controlada, supuestamente prohibida. Sin embargo,
carroñeros y otros individuos con poco seso o sin miedo alguno a la muerte (Si
es que hay alguna diferencia) asaltan sus ruinas en la noche, rebuscando
objetos de valor de un pasado ya lejano.
En la orilla oeste del Buranum, en los arrabales, habita
un Mushkenu llamado Hunzuu. Se trata de un individuo peligroso y violento, muy astuto,
que ha formado una red criminal a su alrededor en base a extorsiones,
violencia, el negocio de la “protección” y algunos inteligentes tratos con los
nobles. Los personajes jugadores estarán todos relacionados de una forma u otra
con éste personaje. Algunos les deberán dinero o favores, otros querrán ganarse
su confianza para escalar puestos en su negocio criminal o conseguir favores,
fortunas o secretos de los que atesora con mimo. Hunzuu tiene un trabajo que
hacer, y necesita a individuos resueltos y discretos.
El Tema de la partida es, como os podéis imaginar, la venganza y la familia salpicado de aventura y horror.
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